Cómo el principal asistente del Concejal Solís consiguió tres trabajos

A photograph of former Ald. Danny Solis is laid against a series of documents that connect Blue Line Security, Harbee Liquors and Danny Solis
Paula Friedrich, Bill Healy / WBEZ
A photograph of former Ald. Danny Solis is laid against a series of documents that connect Blue Line Security, Harbee Liquors and Danny Solis
Paula Friedrich, Bill Healy / WBEZ

Cómo el principal asistente del Concejal Solís consiguió tres trabajos

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Al verse enredado en la burocracia de la ciudad de Chicago que cerró su icónico bar en el vecindario de Pilsen tras un tiroteo afuera de su local, el propietario de Harbee Liquors hizo lo mismo que los propietarios de negocios con problemas en todo Chicago han hecho durante décadas.

Él solicitó la ayuda de su concejal.

En este caso el concejal era Daniel Solís, quien antes de dejar su cargo el año pasado, se encontraba entre los políticos más influyentes en Chicago. Solís presidió un poderoso comité del Concejo Municipal y convirtió su oficina del Distrito 25 en un centro político de poder latino durante sus más de dos décadas como concejal.

Un par de meses después de que Solís interviniera en favor de Harbee con los burócratas de la ciudad, Harbee volvió a abrir sus puertas. Agradecido, Steven Frytz, propietario de Harbee, firmó cheques por $2,000 para una recaudación de fondos políticos para Solís.

“Literalmente pensé, bueno, gracias a Dios, mi licencia (para vender licor) está bien. Mejor le doy bastante, de esta manera permanezco en el radar.” Dijo Frytz durante varias entrevistas. “Si apoyo a quien sea que esté en el poder, sobreviviré o al menos me escucharán.”

“Es un mundo difícil.”

Esa primavera del 2016 –– después de que el bar volvió a abrir y Frytz dio sus contribuciones políticas –– Frytz contrató a uno de los principales tenientes de Solís, Francisco Lassio. Frytz le dió a Lassio un segundo trabajo como portero en Harbee.

Y ese trabajo adicional le ayudó a Lassio, quien luego se convertiría en jefe de gabinete de Solís, a lanzar una carrera como guardia de seguridad.

Durante los siguientes dos años, Lassio continuó con su segundo trabajo como portero de Harbee, y luego aceptó otro trabajo secundario con Blue Line Security Solutions, una empresa de seguridad con influencia política donde los negocios mejoraron tras contratarlo.

Lassio estaba trabajando con Blue Line cuando Solís lo promovió a jefe de gabinete. En esa posición, Lassio estuvo involucrado repetidamente en el proceso de obtener permisos de la ciudad para festivales que contrataron a Blue Line para mantener el orden público, de acuerdo a una investigación de Better Government Association (BGA)/WBEZ.

Ambos, Lassio y un abogado de Blue Line, dijeron que la doble función como servidor público y guardia de seguridad no representaba un conflicto de interés alguno, y que Lassio no hizo nada malo.

“Si usted afirma que existe una correlación entre contratar a alguien de la comunidad, quien también trabaja en el gobierno, como oficial de seguridad de medio tiempo y mal pagado, ese es el peor plan de retorno de inversión que he visto en mi vida,” dijo el abogado, Frank Ávila, quien representa a Blue Line. “Si el señor Lassio hizo algo malo, eso no tiene nada que ver con Blue Line Security Solutions.”

Las revelaciones sobre el funcionamiento interno de la oficina del Distrito 25 se producen a la misma vez que investigadores federales en Chicago están tomando medidas contra una cultura que impregna la política de Illinois en donde el interés propio va por encima de los intereses de la comunidad. La investigación federal de corrupción ya ha involucrado a legisladores estatales, oficiales electors suburbanos y concejales, incluyendo al propio Solís.

La investigación de BGA/WBEZ no encontró evidencia de que la ayuda que Solís brindó a Harbee sea parte de la investigación federal que se está llevando a cabo.

Sin embargo, la examinación de cientos de páginas de registros públicos y más de una docena de entrevistas muestra que Lassio comenzó a construir su nueva carrera en un momento en que Solís estaba en serios problemas con las autoridades federales en contra de la corrupción. El Federal Bureau of Investigations, o FBI por sus siglas en inglés, ha detallado en registros públicos el esquema de extorsión que Solís usó por mucho tiempo en el que el concejal intercambiaba actos oficiales para beneficio personal, incluídas contribuciones políticas, regalos e incluso prostitución.

Solís no ha sido acusado de cometer un delito pero los registros de la corte federal muestran que trabajó como informante federal, grabando en secreto a otros funcionarios electos. Esas grabaciones son parte de la investigación del FBI, la cual se enfoca en la omnipresencia de corrupción en un mundo donde las conexiones políticas son extensas, el poder a menudo se vende por dinero y los puestos de trabajos sirven como moneda de intercambio para pagar la lealtad.

Una parte de la extensa investigación federal se centra en cómo Solís fue grabado en secreto por las autoridades federales mientras él intentaba conseguirle trabajo legal al bufete de abogados de Michael Madigan, presidente de la Cámara de Representantes de Illinois.

Lassio trabajó en la oficina del distrito de Solís por más de una década como director de servicios municipales del concejal y luego como su jefe de personal. Después de que Solís se metió en problemas y después de que se retirara la primavera pasada, Lassio hizo un giro, pero nunca se alejó de las conexiones con el gobierno. Además de su trabajo en el área de seguridad, Lassio aceptó en abril un trabajo como especialista en relaciones comunitarias en la compañía gigante de servicios públicos, Peoples Gas. Este es un dato confirmado por la portavoz de dicha compañía. Además, registros públicos muestran que Lassio se inscribió como lobbista en julio del 2019.

Danisha Hall, directora de comunicaciones corporativas de Peoples Gas, se negó a responder preguntas específicas acerca de la contratación de Lassio, haciendo referencia a las leyes de confidencialidad, solo dijo que el puesto vacante se hizo público y que la selección de Lassio fue parte de un proceso “competitivo.” También dijo que la compañía “no tiene conocimiento” de ningún contacto federal con sus empleados.

BGA y WBEZ informaron el año pasado que otra compañía gigante de servicios públicos, Commonwealth Edison, recibió una citación federal por autoridades que están investigando ofertas de empleo de personas con vínculos políticos. WBEZ después informó que las mismas autoridades están investigando posibles vínculos entre esas contrataciones y favoritismos en acciones gubernamentales.

‘Sería un gusto apoyarlos’

La saga de cómo un dueño de un bar consiguió la ayuda de un concejal, comenzó la noche del 21 de Septiembre del 2014, cuando un hombre de 23 años de edad, con una herida de bala en el pecho, trató de entrar al bar Harbee buscando auxilio.

Según Frytz, el portero del bar que trabajaba esa noche, no se dio cuenta de la herida de bala y sacó al hombre del bar, a quien luego la policía identificó como miembro de una pandilla, pero que nunca llamó al número de emergencia, 9-1-1.

Como resultado de esta falta, Harbee y su propietario recibieron una citación por no informar sobre el incidente a las autoridades, de acuerdo a registros públicos. Así comenzó una batalla burocrática con la municipalidad que Frytz mantuvo por más de un año.

El 15 de diciembre del 2015, la licencia para vender licor del bar expiró, según registros públicos. Frytz dijo que no pudo renovarla debido a que la citación por el incidente del tiroteo aún estaba pendiente. Fue entonces cuando Frytz cerró el bar y Solís comenzó a ofrecer su ayuda.

El 17 de diciembre, el mismo día que Frytz cerró oficialmente Harbee, Solís escribió una carta a los funcionarios de la ciudad exhortándolos a permitir que el bar renovara su licencia. Frytz dijo que él cree que su abogado solicitó la carta a Solís.

“Por favor tenga en cuenta que estoy a favor de la reemisión de la licencia para vender alcohol de Harbee Liquors, Inc.,” escribió Solís en papel membretado como concejal del Distrito 25. “El señor Steven Frytz ha sido un propietario que siempre cumple con los requerimientos de la ciudad. Nunca he recibido quejas de este negocio y espero que puedan renovar su licencia.”

Dichas cartas de apoyo, y especialmente de un concejal tan poderoso como lo era Solís, han sido históricamente piezas claves de correspondencia en la ciudad de Chicago, y sirven como el aceite necesario para aflojar las piezas de la maquinaria del gobierno de la ciudad. Las cartas a menudo tienen el poder de agilizar regulaciones gubernamentales, superar la burocracia y facilitar la toma de decisiones.

La alcaldesa Lori Lightfoot ha prometido controlar tales prerrogativas de los concejales, afirmando que ese poder facilita el tipo de corrupción que las autoridades federales están investigando.

Aproximadamente un mes después de que Solís escribiera la carta a la municipalidad, también tomó una posición pública a favor de Harbee. Un sitio web de noticias publicó una declaración de Solís, comprometiéndose a intervenir con la ciudad para que Frytz pudiera reabrir su bar. “Era un buen bar y sería un gusto apoyarlos”, dijo Solís al sitio web DNAinfo.

Frytz dijo que también recibió una llamada de Solís.

“Soy el concejal Solís,” Frytz recordó que el concejal le dijo. “Quiero que sepa que estoy al tanto de su problema y lo apoyo. Y pensé: ‘Muchas gracias,’” dijo Frytz.

Después de la intervención de Solís, los problemas de Frytz con la municipalidad se resolvieron y Harbee reabrió en marzo.

En abril, Frytz firmó cheques por $2000 para fondos de la campaña política de Solís, según registros públicos. Eso fue encima de los $10,000 que había contribuido un año antes, después de recibir la citación por no llamar al 9-1-1.

Los registros muestran que Frytz ha contribuido alrededor de $30,000 a la cuentas políticas de Solís desde el 2011. La mayoría de las contribuciones se produjeron después de que la ciudad citara al bar por irregularidades como, por ejemplo, contratar y vender alcohol a un menor de edad, según registros públicos.

Frytz dijo que todas sus contribuciones políticas para Solís coinciden con recaudaciones de fondos a las que él fue invitado, y que no las ofreció a cambio de ayuda con la municipalidad. “Es mejor estar bien con él (Solís) porque ahora es una fuerza,” dijo Frytz.

Después de reabrir el bar en abril del 2016, Frytz contrató a Lassio como portero. Frytz dijo que no tenía conocimiento en ese momento de que Lassio era uno de los empleados principales de la oficina de Solís. Dijo que darle trabajo a Lassio no fue una forma de pago para Solís y que no sintió presión alguna para contratarlo.

“Para mí era solo encontrar a una persona confiable,” dijo Frytz. “Me interesa la seguridad de los clientes.”

Lassio le dijo a BGA y a WBEZ que trabajó junto a Solís en la oficina del Distrito 25 en Pilsen durante 15 años. Como director de servicios de la ciudad, su trabajo consistía en trabajar con empresarios y miembros del vecindario que necesitaban asistencia del gobierno de la ciudad para, por ejemplo, reparar baches o pedir permisos.

Lassio dijo que su trabajo en Harbee no tenía relación alguna con su cargo en el distrito bajo Solís y que nunca mencionó ese trabajo a Frytz antes de que lo contratara.

“(Frytz) y yo tuvimos una simple conversación donde yo fui al bar como cliente y él se me acercó porque éramos amigos,” dijo Lassio.

“Él no sabía que yo trabajaba para la ciudad,” dijo Lassio. “Nunca me identifiqué como empleado de la ciudad cuando empecé a ingresar a su negocio. Nunca dije, ya sabes, algo así como que trabajo para Solís o nada de eso. Fue hasta más tarde, hasta tiempo después de que lo conociera.”

Durante los siguientes dos años Lassio saludaba a los clientes de Harbee en la entrada y mantenía a los problemáticos fuera del bar, dijo Frytz. Los dos trabajos de Lassio nunca se cruzaron durante esos dos años, según dijo el dueño del bar.

Pero en el verano del 2018 la relación cambió cuando Lassio ascendió a jefe de personal de Solís y le informó a Frytz que ya no podía trabajar como portero.

En cambio, Lassio asumió un rol directivo para contratar y coordinar a un equipo de porteros para el bar, dijo Frytz. Él agregó que que le pagaba a Lassio $200 al mes.

“Yo le pagaba al final del mes,” dijo Frytz. “Casi nada, por lo que tenía que hacer.”

Lassio también comenzó a prepararse para convertirse en guardia de seguridad en el 2018. Mientras que era jefe de personal de Solís, según los registros, Lassio completó entrenamiento con armas de fuego y se matriculó con el estado en julio de ese año para ser oficial de seguridad.

Y mientras era jefe de personal de Solís, comenzó a trabajar para una compañía de seguridad de otra familia de alto poder en la política latina, la familia de Edward “Eddie” Acevedo, quién fue el latino de más alto rango en la Cámara de Representantes de Illinois.

La relación entre Solís y la familia Acevedo es de décadas.

Ambas familias llegaron al poder en la década de 1990 con la ayuda de la controvertida Hispanic Democratic Organization, que fue leal al alcalde Richard M. Daley hasta que cerró en el año 2008 en medio de una investigación federal sobre el empleo en trabajos públicos de personas con conexiones políticas.

El hermano de Eddie Acevedo, Manuel, dirigía Blue Line a principios de 2018 cuando Lassio dijo que lo reclutaron para trabajar para la empresa. En ese momento, todavía era un portero de Harbee, dijo. Ese verano, Blue Line ganó trabajo proporcionando seguridad en tres festivales al aire libre en Pilsen administrados por el organizador de eventos Fernando Nieto, según Nieto.

Nieto dijo que no tenía idea, cuando contrató a Blue Line en 2018, que el jefe de personal de Solís estaba trabajando con la compañía como guardia de seguridad. Dijo que se dio cuenta por primera vez de ese trabajo paralelo de Lassio cuando lo vio trabajando en seguridad en el Chicago Michelada Fest del 2018.

“Pensé, oh, no sabía que estaba trabajado con esa compañía,” dijo Nieto. “Nunca nos resultó incómodo, porque nadie nos presionó para que los contratáramos.”

Nieto dijo que 2018 fue el primer año en que contrató a Blue Line para la seguridad de sus festivales.

Grabaciones secretas

Para enero de 2019, Solís desapareció, en gran medida, de la vida pública después de que se diera a conocer su participación con las autoridades federales. Él dejó de asistir a las reuniones del Consejo Municipal y renunció a la presidencia de su comité. Hasta entonces, había estado grabando en secreto sus conversaciones con otros concejales durante más de dos años, según los registros de la corte federal.

Solís no respondió a mensajes para esta historia donde se le solicitaron comentarios.

En ausencia de Solís, Lassio se convirtió en la autoridad de más alto rango en el Distrito 25. En ese papel, dijo Lassio, se reunía habitualmente con los organizadores de festivales que necesitaban la aprobación del distrito para sus eventos en vecindarios, incluyendo Pilsen.

Lassio dijo que trabajó con Solís durante su ausencia, dándole a los organizadores de festivales las cartas de apoyo que necesitaban para obtener la aprobación de la ciudad. Al mismo tiempo, su otro empleador, Blue Line, figuraba en al menos cinco solicitudes de festivales como la compañía de seguridad contratada para proteger a la gente, incluyendo tres festivales organizados por Nieto.

Nieto y otros dos organizadores de festivales que contrataron recientemente a Blue Line, le dijeron a BGA y WBEZ que el doble papel desempeñado por Lassio no tuvo ningún impacto en sus decisiones, y no sintieron presión para contratar a la firma.

Lassio dijo que no tenía conflicto alguno porque los organizadores de festivales nunca lo usaron a él para conseguir trabajo para Blue Line.

“Los contratos en cuanto a la seguridad, no fueron obtenidos por mí,” dijo Lassio. “Eso sería un conflicto de intereses. Pero no los obtuve yo.”

Cuando se le preguntó cómo fue contratado por Blue Line, Lassio dijo que fue reclutado por un gerente de la compañía, José Roberto Maldonado, en los primeros meses de 2018.

“Él iba a uno de los bares a los que yo iba,” dijo Lassio sobre Maldonado. “Él me preguntó, ‘¿En dónde más trabajas?’ Y yo le dije, ‘solo trabajo ciertos bares.’ Me preguntó: ‘¿Quieres involucrarte, tal vez, en la seguridad armada? Paga más’. Dije que sí.”

Los registros del estado muestran que Manuel Acevedo ha estado en el negocio de la seguridad desde el 2005, a cargo de compañías con tres nombres diferentes.

En 2010, su empresa de seguridad fue demandada por negligencia tras la muerte a tiros en el 2009 de un joven de 17 años, en un concierto en el barrio de Logan Square. Según la demanda, la compañía de seguridad no aseguró adecuadamente el evento. Acevedo negó que su compañía haya sido negligente, y el caso terminó en un acuerdo de $400,000 para la familia de la víctima, según documentos judiciales.

Otro negocio de Acevedo capturó titulares tras revelaciones de que fue contratado para proteger la construcción de escuelas de United Neighborhood Organization (UNO por sus siglas en Inglés). UNO le pagó a la firma de seguridad de Acevedo con fondos estatales, parte de una subvención de $98 millones aprobada por legisladores de Illinois, incluyendo su hermano Eddie.

UNO fue cofundada por Solís en la década de 1980 y se convirtió en una fuerza política en Chicago bajo su liderazgo antes de que él se convirtiera en concejal en el año 1996.

Acevedo estableció Blue Line Security Solutions en el 2017, meses después de que su hermano se retirara de la Casa de Representantes de Illinois, según los registros.

“Nos cuidamos unos a otros”

Algunos de los socios de Blue Line han tenido sus propios problemas.

Acevedo fue despedido de su trabajo como comandante de investigaciones e inteligencia del Departamento de Correcciones de Illinois en 2007, meses después de ser arrestado tras una pelea en un bar del sur de Florida que se había negado a admitir a su sobrino, el hijo de Eddie Acevedo. Los seis cargos en su contra, incluyendo una agresión contra un agente de la ley, fueron retirados después de que él emitiera una disculpa por escrito, según los fiscales.

Ese mismo año, según registros públicos, los reguladores estatales de Illinois lo multaron con $4,500 por proporcionar servicios de seguridad antes de que su compañía tuviera la licencia completa.

Maldonado, otro socio de Blue Line, fue ineligible, por un tiempo, de ser contratado como guardia de seguridad en Illinois debido a un fallo de el año 2015 de la agencia estatal de licencias que concluyó que se había hecho pasar repetidamente por un oficial de policía, incluso una vez en 2011, en la que sacó un arma durante un disputa y luego se identificó como policía cuando no lo era. Su licencia no ha sido renovada.

En 2017, Maldonado perdió un trabajo como jefe de policía suburbana luego de un arresto por conducir ebrio. Los cargos fueron retirados el año pasado por la oficina de la procuradora estatal del condado de Cook.

Tanto Edward como Manuel Acevedo declinaron hacer comentarios, al igual que Maldonado.

Ávila, el abogado que representa a Maldonado y Blue Line Security, dijo que la posición de Lassio como jefe de personal no tuvo impacto alguno en el trabajo que la firma consiguió en los festivales en Pilsen. Describió el papel de Lassio en la oficina del distrito como el de un “burócrata de bajo nivel que no tiene ninguna autoridad o palabra.”

“El señor Lassio sabía que el señor Solís se iba,” dijo Ávila. “La gente lo había sabido por un tiempo. Y él tiene que conseguir un empleo en otro lugar… Entonces, el señor Maldonado sabía que el señor Lassio era una persona que conocía y que era apreciado por la comunidad.”

Lassio dijo que, en última instancia, él sólo estaba tratando de resolver su futuro en un momento en que su jefe había desaparecido del ojo público.

“Tengo dos niñas pequeñas,” dijo Lassio. “Por eso necesito encontrar un trabajo y para quién necesito vivir y seguir adelante. Así que ese fue mi enfoque principal.”

Lassio renunció a su puesto en la oficina del distrito en la primavera, después de que un nuevo concejal fue elegido. Desde entonces, Lassio dijo que ha hecho la transición a su nueva vida en la industria de la seguridad.

Él sigue siendo el jefe de seguridad de Harbee y sus porteros a veces también trabajan para Blue Line.

“Yo llamo a los muchachos y si los muchachos quieren hacerlo, o quieren trabajar, lo hacen. Si no quieren, no lo hacen,” dijo Lassio. Añadió: “Es una forma de cuidarnos unos a otros dentro de la comunidad del negocio de seguridad.”